4.      Compromiso y justicia social

Un desarrollo inclusivo y sustentable depende del respeto al derecho al desarrollo y a los derechos humanos  de toda la ciudadanía.

Nuestro compromiso con la justicia social en aras a contribuir a la inclusión social, política y económica y cultural de todas y todos los ciudadanos y la lucha contra la pobreza.

La justicia social como superación de la desigualdad, subordinación y vulnerabilidad que genera en las personas que viven en condiciones de pobreza.

Asimismo la justicia social para el reconocimiento de sus derechos de ciudadanía plena.  

En CiDESD trabajamos para la defensa y promoción del Derecho al Desarrollo de hombres y mujeres y de todos los pueblos. 

Los principios que orientan nuestra acción son:

Principios y Valores

5.    Participación y democracia

La interdependencia desarrollo y derechos humanos exige una sociedad democrática con ciudadanas y ciudadanos activos y con posibilidad de tener voz y decidir autónomamente en la toma de decisiones de su desarrollo.

 La igualdad de ciudadanía implica una ciudadanía activa que conlleva la participación y la defensa de sus necesidades e intereses sin discriminación de género y étnica/racial  para superar las formas de marginación social, económica y política.

Asimismo la ciudadanía activa fortalece el tejido social y la capacidad de la sociedad civil organizada  para la interlocución con el Estado e incidir en las  políticas públicas y en el seno de la sociedad generando cambios y transformaciones en las prácticas para garantizar una vida más digna y los derechos a toda la ciudadanía.   

1.      Todos  y todas tenemos los mismos derechos.Entendemos los derechos humanos como eje sustancial de nuestra actuación que coloca en su centralidad la vida y dignidad de todas las personas sin discriminación ni exclusiones. Consideramos que el derecho al desarrollo implica el respeto, protección y promoción de todos los derechos humanos con carácter universal e indivisible (civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales) para todos los grupos e individuos. El derecho al desarrollo como derecho individual y colectivo que abarca el conjunto de los derechos humanos exige que sean interpretados y aplicados de manera complementaria y se refuercen mutuamente sin distinciones y subordinaciones.
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2.      Equidad de género y los derechos de las mujeres
Los modelos de desarrollo y las políticas públicas no son neutrales. Un desarrollo inclusivo y sustentable pasa por el fin de las desigualdades entre  mujeres y hombres y reconocer a las mujeres como sujetos políticos y de derechos sin discriminaciones.
Para ello la perspectiva de género orienta nuestro análisis de las desigualdades y relaciones de poder entre las mujeres y los hombres. Asimismo  nuestras actuaciones van dirigidas a  que se tomen medidas eficaces para reparar las desventajas que llevan a la subordinación y explotación de las mujeres en la sociedad y con ello contribuir a la Justicia y Equidad de Género y revertir el orden normativo patriarcal.

3.      La diversidad y la lucha contra el racismo

En nuestro modelo de desarrollo y nuestras sociedades subyace un orden social jerarquizante que ha negado los derechos de los distintos grupos étnicos indígenas y afrocolombianos y ha  generado prácticas sociales de discriminación étnica y racismo estructural.  Las precarias condiciones de vida de los pueblos indígenas y población afrocolombiana revela la existencia del racismo estructural generando desigualdades, exclusiones y no reconocimiento de sus derechos individuales y colectivos. Nuestra perspectiva étnica e intercultural parte de que todos y todas tenemos el mismo valor y tenemos los mismos derechos. Nuestro esfuerzo va encaminado a contribuir a la visibilización de las prácticas de discriminación racial en el desarrollo y a la erradicación de todas las formas de racismo, exclusiones  y discriminaciones en la sociedad.