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Subprograma Observación de la Igualdad de Género en el Desarrollo Local (POIGDeL)

El Subprograma tiene como finalidad la Observación de la Igualdad de Género en el desarrollo local. 

El  sistema patriarcal ha colocado a las mujeres como ciudadanas de segunda categoría y legitima unos consensos amplios en cuanto a la naturalidad de la inferioridad femenina. En este sentido, no es posible de hablar, hoy en día en nuestras sociedades,  de igualdad real ni de ciudadanía plena para las mujeres.
En razón de su género se las margina y se las trata como desiguales en todos los espacios y ámbitos de la vida. Las mujeres no poseen las mismas posibilidades y oportunidades que los hombres. Y permanecen al margen tanto de los procesos de toma de decisiones en la construcción de la paz y el desarrollo como en el usufructo equitativo de los bienes y recursos comunes del desarrollo.

Entendemos que para superar los obstáculos para una ciudadanía plena de las mujeres es fundamental el empoderamiento y la autonomía plena de las mujeres en los distintos ámbitos de la vida. Así consideramos,


La Autonomía física, que implica enfrentar toda forma de violencia y control sobre sus cuerpos, quebrando ese continuum de violencia que ha marcado sus vidas, tanto en la familia como en escenarios del conflicto armado. La violencia de género se está manifestando hoy de otras maneras, en nuevos escenarios urbanos y rurales marcados por la criminalidad.

La autonomía físicaimplica también la superación de los traumas asociados al conflicto y a los abusos vividos en medio de él: violencias sexuales, físicas, psicológicas, pérdidas de bienes materiales, desplazamientos no voluntarios… (las mujeres, jóvenes y niñas en situación de desplazamiento experimentan numerosos riesgos exacerbados por el conflicto y sus secuelas).
Por otra parte, las mujeres insisten en la necesidad de acceso a  servicios de salud adecuados especialmente en el campo de la violencia sexual y de la salud sexual y reproductiva.
             Se expresa en garantizar:

                                        el Derecho a una Vida Libre de Violencias

                                        el Derecho a la Salud y el Derecho a la salud Sexual y Reproductiva


La Autonomía económica. Implica para las mujeres tener fuentes de trabajo, recursos propios, capacitación para el trabajo, acceso a la tierra y proyectos productivos, nueva distribución del trabajo doméstico no remunerado, transformación de roles en el cuidado de la vida…
La división sexual del trabajo, en nuestras sociedades, persiste asignando las responsabilidades  del trabajo reproductivo y doméstico a las mujeres. Este trabajo sigue infravalorándose socialmente y económicamente. Y, como consecuencia, se continúa excluyendo a las mujeres del ámbito público, agudizando su subordinación y limitando su participación en distintos espacios
Las mujeres, cada vez más, se incorporan al mercado laboral en desigualdad de condiciones que los hombres  y  experimentan un sobretrabajo,   un sobreesfuerzo y una doble discriminación y explotación.

          Se expresa en garantizar::
                                            el Derecho a un trabajo digno
                                            el reconocimiento a la economía del cuidado


La Autonomía política. Implica evidentemente poder participar en igualdad e condiciones en los escenarios públicos y en los distintos ámbitos del poder; pero también  implica la capacidad crear y de liderar proyectos comunitarios y asociativos a través de los cuales reconstruyen el tejido social de sus comunidades; sentirse y vivir como ciudadanas con derechos; fortalecer sus organizaciones,  tejer redes  y difundir el derecho a la Paz por todo el territorio por medio de sus agendas.
La autonomía política implica superar la existencia de la presencia formal. En este sentido significa participar y ser incluidas en los procesos de toma de decisiones del esclarecimiento de la Verdad; en los escenarios de construcción de Paz definidos por los gobiernos locales; y  en los procesos que se determina el desarrollo local.

         Se expresa en garantizar:
                                  El respeto al Derecho a  la Participación de las mujeres en todas las                                          esferas del poder y ámbitos del ejercicio de ciudadanía. 



El ejercicio de observación y seguimiento a dichos derechos de las mujeres, por parte del Proyecto, se complementa con acciones formativas a las organizaciones, particularmente de mujeres,  y elaboración de análisis e informes aplicados a las actuaciones de CiDESD en exigibilidad e incidencia social y política.